POR 8000 BOLOS
- ¡Vamos a ver qué tienen éstos aquí!
Por estúpido que parezca siempre he sido de las que detesta la piratería. Habita en mí un sentimiento, casi fascista, que rechaza de plano cualquier copia pirata de disco, película o libro, sin distingo de género; incluso la música, el cine y la literatura más barata merecen respeto. Sin embargo vivimos tiempos en los que la trampa puede más que la ley y ante un difunto Video Color Yamín, antiguo proveedor de una respetable, aunque no completa, colección de rarezas y títulos codiciados, no me queda otra sino urgar en los tarantines más recónditos de la ciudad para poder satisfacer mi sempiterna manía de coleccionar películas.
Recuerdo claramente cómo hace un año creí haber logrado la mejor de las adquisiciones; toda una rareza, original por supuesto, de ésas que no se olvidan. En Milan, Italia, en una de las miles de tiendas de discos y películas, solita y apartada se encontraba Santa Sangre de Jodorowsky. 20 euros decía la etiqueta, Pal, Zona 2, con subtítulos hasta en chino mandarín y unos cuantos bonus tracks incluida una entevista con el mismísimo creador de la Psicomagia.
- Jose, no te vas a creer lo que acabo de encontrar... y no me importa si ya no nos queda plata...ésta me la llevo porque sí.
En el Ateneo, un año más tarde, con un extraño sentimiento de culpa me acerco a uno de los tarantines y le digo a Jose:
- ¡Vamos ver qué tienen éstos aquí! - avergonzada de mí misma pero resignada ante la realidad.
El cartel dice:
Por estúpido que parezca siempre he sido de las que detesta la piratería. Habita en mí un sentimiento, casi fascista, que rechaza de plano cualquier copia pirata de disco, película o libro, sin distingo de género; incluso la música, el cine y la literatura más barata merecen respeto. Sin embargo vivimos tiempos en los que la trampa puede más que la ley y ante un difunto Video Color Yamín, antiguo proveedor de una respetable, aunque no completa, colección de rarezas y títulos codiciados, no me queda otra sino urgar en los tarantines más recónditos de la ciudad para poder satisfacer mi sempiterna manía de coleccionar películas.
Recuerdo claramente cómo hace un año creí haber logrado la mejor de las adquisiciones; toda una rareza, original por supuesto, de ésas que no se olvidan. En Milan, Italia, en una de las miles de tiendas de discos y películas, solita y apartada se encontraba Santa Sangre de Jodorowsky. 20 euros decía la etiqueta, Pal, Zona 2, con subtítulos hasta en chino mandarín y unos cuantos bonus tracks incluida una entevista con el mismísimo creador de la Psicomagia.
- Jose, no te vas a creer lo que acabo de encontrar... y no me importa si ya no nos queda plata...ésta me la llevo porque sí.
En el Ateneo, un año más tarde, con un extraño sentimiento de culpa me acerco a uno de los tarantines y le digo a Jose:
- ¡Vamos ver qué tienen éstos aquí! - avergonzada de mí misma pero resignada ante la realidad.
El cartel dice:
DVD Bs. 8.000
Comenzamos a sacar las películas que nos interesaban. Cuando ya cargábamos con Old Boy, Manderlay de Lars Von Trier, Les Amants Criminels de Francois Ozon y La Comunidad de Alex de la Iglesia, Jose me dice:
- ¡Mira lo que tengo aquí!
No lo podía creer... Santa Sangre, por 8000 bolos y además repetida como 5 veces.
No conforme con eso, después de haber visto con infinita desilusión que al final no es tan difícil ni tan caro dar con Santa Sangre, saco la última peli que queda en el cajón de madera...
El Topo, en perfecto estado y gratis porque la quinta no te la cobran.
Santa Sangre - The Creation of the World
posted by Marie Claire Kushfe at 9:18 AM
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