Wednesday, June 23, 2010

PARTE MÉDICO 23/06

Ya lleva mucho tiempo este olor a plástico quemado pululando en la atmósfera. A pesar de los bichos que tropiezan y se dejan atravesar por las luces frías del espectáculo, el aire ya no hincha los pulmones ni calma la erupción.
La cabeza hierve pero no hay colores, texturas, ni sonidos que analizar. Sólo el vacío. Tubos y mangueras reciclan sangre y oxígeno en un mecanismo perfecto, sin peros ni circunstancias, sin tristezas ni angustias. El zumbido de una bomba a presión rebota contra las paredes y anuncia la presencia inerte de un genio perdido entre nebulosas, destellos y gritos.
Quedó atrapado en un sueño eterno del que sólo despertará si la langosta decide salir de su cabeza.