Friday, June 02, 2006

AL DE LA OTRA ESQUINA

Llevo un buen rato pensando en esas mujeres que se empeñan en ser malas. A veces me pregunto si seré yo una de ellas, sin embargo, por muy difícil que sea llegar a esa conclusión tengo la certeza de que siempre he actuado de buena fe. Nunca he apostado al fracaso de nadie y, por lo general, suelo obligarme a practicar el viejo ejercicio de "ponerse en los zapatos de la otra" para no criticar ni juzgar a quienes, a simple vista, parecen merecerlo.
Poco a poco me he dado cuenta de lo difícil que es, en estos tiempos, llegar a ser eso que llaman "buena gente". Mi madre me enseñó que lo más importante en la vida es ser honesto, sincero y actuar siempre conforme a convicciones propias y no por simples conveniencias. ¡Caramba mamá, qué difícil es! Cada día el contraste se hace más y más evidente, sobre todo ahora que me veo envuelta en un juego de poder - totalmente ridículo por cierto - en el que sólo por necesidad tengo que estar. Es lamentable ver cómo personas, que antes aparentaban ser del tipo sensible, respetuoso y hasta exageradamente humildes, se transforman en bestias hambrientas de "fama", "éxito" y, sobre todo, "poder". Si supieran lo tonto que se ve desde aquí.
Hobbes decía que en su estado natural el hombre es un ser irracional, egoísta, guiado única y exclusivamente por sus pasiones . Como buen empirista, fue la propia experiencia la que lo llevó a hacer esta propuesta. Tal vez en un estado primitivo y natural es eso lo que somos, pura y simple pasión, sin embargo, a pesar de la sociedad, la naturaleza siempre aflora y como diría mi abuela "la cabra tira pa'l monte".
He descubierto cómo saben las falsas palabras, cómo lucen las caretas, cómo se planean las trampas. He estado cerca de aquellos que actúan en las sombras, se disfrazan con la más tierna y confiable mirada, se hacen llamar artistas, mientras buscan el más mínimo resquicio por dónde meter sus tentáculos y estrangularte. El problema está en que no siendo adversario también sufres las consecuencias. Esta gente ve enemigos en casi cualquier cosa que respire y si además se es inteligente no hay tregua que valga, te destruirán hasta convertirte en cenizas. Todo por una pequeña cuota de poder, insignificante, lamentable y triste. Una pequeña cuota de poder que desaparece al traspasar la puerta de vidrio.
Yo señores, me abro. Tal vez he pensado demasiado en las brujas y en las "malas" sin embargo hay una especie mucho peor. Ésa que no tiene vida propia más allá del reconocimiento del disfraz. Ésa que se reconoce sólo por el reflejo, que no entiende de afectos y que no tiene el suficiente valor como para encarar verdaderos retos. Prefiero a las malas que pelean por el amor de un hombre, a las brujas que quieren arrebatarle la belleza a las princesas, prefiero a los villanos que simplemente disfrutan con la maldad; los prefiero a todos ellos frente a este especie en franca proliferación que se atreve a ser mala - y mala de verdad - con tal de obtener una pequeñísima migaja de un insignificante poder. Señores si decidieron ser malos que al menos sea por algo que valga la pena.
A mí en particular, discúlpenme, pero no me interesa.

8 Comments:

Blogger Unknown said...

Lo que escribes de Hobbes me preocupa un poco y sin embargo es la segunda cosa que encuentro en tu blog que me gusta, que me alborota las neuronas. Algo haré a partir de eso.

6:06 PM  
Blogger Unknown said...

Gracias por visitarme y por el elogio (a mis locuras). Le daré unas vuelticas a Hobbes para ver que dice ese hombre de la vida y claro tambien unas cuantas a tu blog para ver que dices tú.

*cheers*

8:53 PM  
Blogger Franca Alejandra said...

Well...
Amiga autora de las Meditaciones Ociosas, me gusta venir a leerte y más en un día como hoy en el que mis demonios me hablan del bien y el mal.
Leyendo tu post pienso que es probable que esas personas que se visten de reflejos en su propia obstinación deben pensar y creer (que es mucho más grave)que te reflejas también y que esa transparencia que has decido usar por traje es otro disfráz del que hay que cuidarse...es un círculo vicioso en el que nadie gana y todos pierden...

7:40 AM  
Anonymous Anonymous said...

UPS! Franca Alejandra, un comentario buenísimo.

1:53 PM  
Blogger Marie Claire Kushfe said...

Basta con decir que, independientemente de las miles de lecturas que puedan convivir, ésta es una y, en todo caso, hay disfraces que no hacen daño, porque incluso se vale aparentar que nada importa y, discúlpame Franca Alejandra si te contradigo, pero en este juego, definitivamente, son más los que creen ganar... en lo que a mí respecta, nunca me ha importado disfrazarme de perdedora.

5:00 AM  
Blogger Franca Alejandra said...

Good Marie Claire..yo no siento que me contradigas, tal vez siento que no has interpretado correctamente mis palabras, pero traté de decirte que ellos: "los disfrazados", miden con su propia vara y creen que las personas transparentes son falsas sólo porque ellos no pueden serlo...

Te sigo leyendo...

8:23 AM  
Anonymous Anonymous said...

"entre elegir y no elegir, se retuerce el juego
del no me importa
cuando realmente
arden los instestinos
lugar de la ira y la soberia

las letras enmascaran
pero lo que callan
son lo que dicen
a grito rabioso
entre silencios
y feas miradas

la paronia
es el canto
delgado
crece el tiempo
en la acera
pasan los muertos
los veo pasar"

Moshe Dan
Cabiria, Lumax, 1991

7:00 AM  
Blogger Ophir Alviárez said...

Creo que lo dices muy bien, ese de la "otra esquina" puede ser cualquiera, cualquiera que sin ¿principios?, vaya en pos del envilecedor poder. Aquí, allá, más allá. Hay disfraces de disfraces, particularmente no me gustan, pero reconozco que "máscaras" y personas van muy de la mano...
Qué gusto volver a leerte.
Saludos,

OA

7:44 PM  

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