Sunday, August 13, 2006

LA ÚLTIMA HABITACIÓN

Él tenía 19. Ella 17.
La fama les llegó temprano y, como suele ocurrir, no supieron qué hacer con tanta adulación. Una madrugada, saliendo de un bar, después de mucho alcohol, la vista borrosa y la intoxicación los convirtió en asesinos.
Dicen que con el disparo lograron reaccionar, pero ya el cuerpo yacía en la acera, agonizante y demacrado.
-¡Mataste a la vieja! - gritaba Ella - ¡la mataste, la mataste!
Corrieron si parar, y sin mirar atrás.
-¡Tenemos que escondernos! - repetía Él, una y otra vez .
Decidieron salir de la ciudad, tal vez con el tiempo todos olvidarían aquel trágico suceso.
Llegaron a un pequeño hotel de carretera, pidieron la última habitación y allí se quedaron inmóviles y sin habla. Él recordaba en loop el momento del disparo, mientras ella sollozaba arrinconada entre la cama y la pequeña mesa de noche.
A eso de las 4 de la madrugada Él se le acercó, la abrazó y comenzó a besarla lentamente. Por un momento se sintieron a salvo.
-¿Será que podemos quedarnos un buen rato aquí y así? - preguntó Ella, justo antes del último beso.
Él comenzó a hacer presión sobre su cuello. La fue dejando sin aire poco a poco, mientras Ella lo miraba fijamente a los ojos.
Luego, con la hebilla del cinturón, Él cortó sus muñecas y se quedó abrazado a Ella.
Pasaron varios días para que la mucama los encontrara, sobre la cama juntos e inmóviles.
Nadie los recuerda, quizá algunos pocos. A la vieja nadie la reclamó. Sin embargo, a partir de ese día, cuentan los usuarios del hotel, que quienes entran a la última habitación, por muy cansados que estén, a eso de las 4 de la madrugada, son seducidos por una fuerza extraña pero placentera que les incita a hacer el amor...
...al parecer son buenos los otros cuerpos para aprovechar y quedarse, allí y así, por un buen rato.

5 Comments:

Blogger Unknown said...

Ese toquecito de extrañeza que le pones a tus relatos los vuelve fascinantes para mí.

Ya empezaba a extrañarte!

7:00 PM  
Blogger OmarAlfonso said...

Tenia tiempo que leia algo como esto... pero definitivamente me gustó.

Seguiré paseando por este lugar.

C'ya!

7:06 PM  
Anonymous Anonymous said...

Qué hermosa historia, aunque tenebrosa. Ahora me explico por qué los encuentros suelen ser aún más apasionados en ciertas habitaciones de hotel. Cuando los hoteleros se enteren de esto, si el paquete incluye fantasmas, entonces sale mucho más caro. Todo un nuevo concepto de turismo sexual.
Saludos

8:14 PM  
Anonymous Anonymous said...

horrible, mala historia, sin gracia

4:46 PM  
Anonymous Anonymous said...

Cuestión de gustos... a mí esta historia me fascina. De hecho, debe ser la cuarta vez que regreso a este blog a leerla. Hasta ahora no me había atrevido, por timidez, a dejar un comentario. Me cuido mucho en hacer caso de aquella canción que decía sabiamente: "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio... no lo vayas a decir".
La Meditadora Ociosa tiene cosas qué decir, y sí, son más bellas que el silencio. Así que dejémosla hablar.

6:41 PM  

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